La elección del producto dependerá de la zona a tratar, del volumen que deseemos obtener y del tiempo que el paciente desee que dure el efecto; también hay que mencionar que el costo del producto será también un factor a tener en cuenta.
Cada material tiene una técnica especifica de utilización, que incluye la manera de ser implantado, la cantidad de producto a implantar, el nivel de colocación (profundidad), la posterior manipulación, el numero de sesiones, etc.
Una vez decidido el material a utilizar, preparamos la zona a tratar con una buena antisepsia y colocación de anestesia tópica, y procedemos a la colocación del mismo de acuerdo a la técnica que sea requerida.
Si es necesario, se procederá a modelar el área implantada y posteriormente colocaremos frio local o una mascarilla refrescante.
Siempre que realicemos una corrección de una depresión cutánea o deseemos aumentar el volumen de un área facial determinada, se hará paulatinamente, pues una hipercorreccion podría no ser bien aceptada por el paciente y además según el material implantado podría ser irreversible.
Por lo tanto es posible que se requieran varias sesiones para conseguir el resultado deseado; llegándose a apreciar transcurridas algunas semanas o meses.